CUESTIONES DE ASTRONOMÍA
1) ¿A qué distancia del ojo se debe colocar una moneda
de un euro (cuyo diámetro es de 2,3 cm) para que
cubra exactamente la Luna o el Sol?
2) ¿Existe en la Tierra algún lugar desde el cual un
hombre con los ojos vendados, al ponerse en
marcha, se dirigirá infaliblemente al norte?
3) ¿A qué hora (aproximadamente) sale la estrella que
hace un mes salió a las 10 de la noche?
4) ¿La latitud de Burgos es 42º21´. Determinar la
distancia angular del punto del cenit en Burgos al
polo del mundo.
5) ¿En cuáles dos casos la altura de los astros por
encima del horizonte no cambia en el transcurso del
día?
6) ¿En qué punto del cielo la declinación es igual a
–90º?
7) La estrella Polar dista del polo celeste 58´. ¿Cuál
es su declinación?
8) ¿A qué son iguales los acimuts de los puntos norte,
sur, este y oeste?
9) ¿A qué es igual la declinación del punto cenital a la
latitud geográfica de 42º?
10) ¿Cuáles son el ángulo horario y el acimut del cenit?
11) ¿A qué es igual el ángulo horario del punto oeste?
¿Del punto este?
12) Determinar la distancia cenital del Sol cuando la
longitud de la sombra de un objeto es igual a su
altura.
13) ¿Cuál es la declinación de las estrellas que pueden
ser visibles en el horizonte en cualquier lugar de la
Tierra?
14) ¿Qué astros observados desde su ciudad tienen un
acimut que nunca es igual a cero?
15) La altura de una estrella situada en el ecuador
celeste, durante su culminación superior es igual a
30º. ¿Cuál es la altura del polo en el lugar de
observación?
16) ¿Se puede ver al mismo tiempo sobre el horizonte
el Sol y la Luna llena?
17) ¿Cuándo la distancia cenital del Sol es igual a 90º?
¿Cuándo su acimut es igual a 0º?
18) ¿Cuáles son la ascensión recta y la declinación delSol el 22 de marzo y el 23 de septiembre?
19) ¿Cuáles son la ascensión recta y la declinación del
Sol el 22 de junio? ¿Cuáles son éstas el 22 de
diciembre?
20) ¿Cuál es la altura del Sol al mediodía en Burgos (j=
42º21´) el día del solsticio de verano?
21) El día 23 de septiembre la sombra de un palo
puesto verticalmente al mediodía formó 0,731 de su
altura. Determinar la latitud geográfica del lugar.
22) La sombra de un poste a mediodía en Burgos (j=
42º21´) resultó igual a 0,912 de su altura. ¿Qué día
del año se ejecutó esta observación?
23) ¿Cuándo durante el día la distancia cenital del Sol
es igual a 90º?
24) Un astro tiene una declinación de 0º. Determinar
sus acimuts en los momentos de su salida y puesta.
25) Averiguar la latitud de un lugar en que ocurre que
en una calle de dirección NE-SW, en el momento de
salir el Sol, el día más largo del año, no haya sombra
en sus aceras.
SOLUCIONES
1) 263.6 cm.
2) Si sale desde el polo sur geográfico.
3) A las 8 de la noche. (Cada 15 días las estrellas salen
1 hora más tarde).
4) 47º39´.
5) El observador se halla en uno de los polos de la
Tierra o el astro se halla en uno de los polos del
mundo.
6) El polo celeste sur.
7) 89º2´.
8) 180º; 0º; 270º; 90º.
9) +42º.
10) 0 h; indeterminado.
11) 6 h; 18 h ó –6 h.
12) 45º.
13) 0º.
14) Lo tienen las que culminan al norte del cenit ( d>j ).
15) 60º.
16) Es posible, merced al efecto de la refracción
atmosférica.
17) En los momentos del orto y ocaso. Cuando se
encuentra en el meridiano (punto sur geográfico).
18) 0h y 0º; 12 h y 0º.
19) 6h, +23º27´; 18 h, -23º27´.
20) 71º6´.
21) 36º10´.
22) El 21 de marzo o el 23 de septiembre (equinoccio
de primavera o de otoño).
23) En los momentos del orto y del ocaso.
24) 270º, 90º.
25) 55º45’.
FÓRMULAS
Cambios de coordenadas ( de ecuatorial horario a
horizontal ):
(1) cos h * sen A = cos d * sen H
(2) cos h * cos A = cos d * cos H * sen f – sen d * cos f
(3) sen h = cos d * cos H * cos f + sen d * sen f
De (3) calculamos h
Dividiendo (1) entre (2) calculamos A
Cuadrante de A se calcula por (1): el signo de
sen A.
Cambios de coordenadas ( de horizontal a ecuatorial
horario ):
(1) sen d = sen f * sen h – cos f * cos h * cos A
(2) cos d * sen H = cos h * sen A
(3) cos d * cos H = sen h * cos f + cos h * sen f * cos A
De (1) calculamos d
Dividiendo (2) entre (3) calculamos H
Cuadrante de H se calcula por (2): el signo de
sen H.
“R” – Punto en el que se halla el reloj que emite una señal periódicamente y que se propaga en todas direcciones. Su movimiento absoluto es despreciable por lo lento que es. También es el centro sobre el que gira el cohete “C”.
“C” – Cohete que gira sobre el centro “R”. Al mantener constante su distancia con R recibe sus señales con la misma cadencia que son emitidas. Su punto de partida fue “P”, al cual vuelve. 
“P” – Punto del que partió C y al que va a retornar. Está de R a la misma distancia que C.
“S” – Señales que emita R y que reciben C y P
Como las señales que emite R las reciben al mismo tiempo P y C por ser siempre sus distancias con aquella las mismas e iguales, habrán contado, al final del viaje, el mismo número de ellas, por ej. segundos, por lo que si C y P han contado el mismo número de segundos es porque para ambos ha pasado el mismo tiempo.
- Aún no ha venido nadie del futuro ni hemos descubierto vestigio alguno, y eso que han tenido todo el tiempo que le queda de vida al planeta para inventar la maquina necesaria para realizar estos viajes. – Si viajo atrás en el tiempo y mato a un antepasado mío cuando era un niño, ¿cómo es que he podido nacer yo?
- Si solo viajo atrás en el tiempo al día de ayer y al mismo lugar donde esta la maquina de viajar y permanezco junto a ella 25 h., tendré que estar ya en el momento de iniciar el viaje, por lo que habrá dos yo, el que ha viajado en el tiempo y el que va ha realizar el viaje. Si después de viajar al día de ayer permanezco hasta mañana con el otro yo y cuando decide realizar el viaje le convenzo de que no lo haga, ¿cómo realice yo el viaje? Y si en lugar de convencerle que no realice el viaje, viajamos los dos, nos juntaremos tres “yos”. Y así sucesivamente.
- Pero si yo viajo al pasado o al futuro, para poder estar en él el Universo tendrá que hacer el mismo viaje, salvo que la historia se este representando simultanea y continuamente toda ella a la vez, como si se tratase de una película cinematográfica que tuviese un proyector por fotograma.
- No sería necesario esperar a que se produjesen nuevos inventos y descubrimientos, con viajar al futuro y traérselos estaría resuelto el problema. Claro, que entonces cuando llegase el momento de realizarse ese invento o descubrimiento que nos trajimos, este ya estaría hecho, ¿cómo contaría la historia que se produjo?
PARADOJAS SOBRE LOS IMPOSIBLES VIAJES EN EL TIEMPO
Dicen, por ej. J. Richard Gott en su libro LOS VIAJES EN EL TIEMPO Y EL UNIVERSO DE EINSTEIN, interpretando la Teoría Especial de la Relatividad de Albert Einstein, y apoyándose en que los muones creados en el laboratorio y que permanecen sin apenas movimiento, tienen una vida más corta que los que son originados por los rayos cósmicos,
que viajan a velocidades cercanas a la de la luz en las altas capas de la atmósfera, que esta mayor velocidad es la causa de tener una vida más larga , o lo que es lo mismo, que el tiempo transcurre para estos muones de la atmósfera más lentamente que para los del laboratorio. También se apoyan en el experimento que se realizó con dos relojes casi absolutamente exactos. Uno de estos relojes viajó en un avión dando la vuelta al planeta girando hacia el este, para que se sumase a su velocidad la de la rotación de la Tierra (precaución inútil, pues el reloj del aeropuerto también se movía hacia el este, con lo que le restaba la supuesta suma de velocidades), y el otro quedó en tierra. Cuando el avión completó la vuelta se pudo comprobar que su reloj había atrasado con relación al que no se movió del aeropuerto, lo que se interpretó como una prueba de que en el avión el tiempo transcurrió más despacio.
De estos dos experimentos, y quizá de alguno más, sacan la conclusión de que cuanto más cercano a la velocidad de la luz se viaje, tanto más lento transcurrirá el tiempo para quien así se desplace, hasta, posiblemente, llegar a detenerse para quien la alcance. Pero también aseguran que todo se ralentiza, incluyendo los latidos del corazón, el envejecimiento, etc.
No voy a negar que a los muones y los relojes les suceda lo que dicen. Pero qué razón hay (nunca he visto expuesta alguna) para extrapolar estos experimentos a otros campos, como la vida humana y la sensación de paso del tiempo.
Para mí, el hecho de viajar a velocidades cercanas a la de la luz, e incluso a la de ella misma, no afecta al paso del tiempo para quien, o qué cosa, viaje a esa velocidad. Y tengo razonamientos que para mí lo confirman y paso a exponer .
A.- Hay que decir que los relojes miden fracciones de movimiento de los astros (ver mi trabajo “El Tiempo, invento humano”).Así, un reloj normal mide giros de la Tierra sobre sí misma divididos en 24 partes llamadas horas. Los calendarios miden una vuelta de la Tierra alrededor del Sol. Gracias a los avances técnicos, y en aras de una mayor precisión en la medida del tiempo, se han construido relojes mucho más exactos que los mecánicos o eléctricos tradicionales, y basados en otros principios de funcionamiento (basados unos en reacciones químicas; en movimientos de determinadas partículas otros, etc.) pero referidos también a los movimientos de nuestro planeta.
B.- A lo que sucede con los muones hay que encontrarlo su explicación, que no necesariamente tiene que ser el hecho de las diferencias de velocidad (también su origen es diferente).
C.- Si recurrimos a un cohete que va a realizar un viaje alrededor de un astro que posee un reloj que emite señales periódicas, siendo su punto de partida y llegada otro astro y la distancia entre ambos el radio de giro del cohete, (esto es, el cohete realizará el viaje girando alrededor del astro-reloj y trazando una circunferencia de la que este será el centro), y contamos las señales emitidas por este reloj durante el viaje, no cabe la menor duda de que al final del mismo las personas que quedaron en la Tierra, y los tripulantes del cohete, habrán contado el mismo número de señales que ha emitido este reloj y, por tanto, para todos ellos habrá transcurrido el mismo tiempo (ver dibujo no 1). Si los relojes de los viajeros y su organismo han sufrido alteraciones habrá que buscar su explicación, pero nunca será un paso del tiempo más lento, pues el reloj externo que usaron para medir el tiempo fue el mismo que utilizaron los que no viajaron y, tanto unos como otros contaron el mismo número de señales indicadoras del paso de “su” tiempo. Pero, además, cualquier otro observador colocado en cualquier parte del Universo también habrá contado el mismo número de señales mientras se realizaba este viaje.
De acuerdo a estas explicaciones se puede afirmar que el paso del tiempo no se ve afectado por la velocidad. Que si algo se ve afectado por ella hay que buscar su adecuada explicación, posiblemente debida a una alteración mecánica a causa del movimiento en un aparato diseñado para medir el paso del tiempo, pero no del tiempo mismo que está por encima de lo construido para medirle. No se ha razonado por qué lo que sucede a los muones y a los relojes ha de suceder a las personas, su envejecimiento y su sensación de paso del tiempo. En todo caso, esto último sería una sensación subjetiva, pero para ellos y a su pesar, habrá transcurrido el mismo tiempo que para los que quedaron en tierra cuando a ella regresen. Otra prueba más: si los que han viajado y nosotros estamos juntos después del viaje, quiere decir que estamos en un espacio-tiempo idéntico, pues nos podemos tocar, pues no se puede tocar a otra cosa o persona que estando en el mismo sitio no lo este también al mismo tiempo. Más aún, respecto del Big-Bang estamos a la misma distancia temporal, pues de lo contrario habrían de contar la evolución del Universo de forma diferente para que en ese menos tiempo suyo todo este igual de colocado, para ellos y nosotros.
EL PASO DEL TIEMPO ES UNIFORME
Teoría sobre la “no existencia” del tiempo tal y como lo tiene concebido el hombre.
Desde que el ser humano adquirió el raciocinio se ha hecho multitud de preguntas sobre lo que es el tiempo, su naturaleza, su origen y su futuro y, acaso, su final, etc., pero sin obtener una respuesta satisfactoria, conformándose con saber que es algo que pasa o transcurre y que no vuelve.
Para darme una respuesta a esto he llegado a esta conclusión: “El tiempo no es algo que transcurra, sino un continuo permanecer. Al tener el hombre memoria e irse grabando en ella los sucesivos acontecimientos se percibe la sensación de que el tiempo es algo que pasa o transcurre de forma semejante a como lo hace el agua de un rió, las nubes en el cielo o las agujas de un reloj, pero que no existe como algo cuantificable como algún tipo de dimensión, ni es posible su medición si no es referenciándole a algo ajeno a él, como el movimiento de algún objeto o cuerpo celeste.”. De esto se deduce que lo que llamamos tiempo no puede ser la cuarta dimensión enunciada por Einstein. Entonces, ¿qué es eso que llamamos tiempo? Una cifra abstracta que sale de dividir una distancia por la magnitud de la velocidad a la que la recorremos; un genial invento humano para ayudarle a ordenar su vida, para que pueda saber cuantas cosas podrá realizar mientras la tierra se mueve un determinado tramo, etc. Pero pasemos a las demostraciones, a través de las cuales obtendremos respuesta a las múltiples preguntas que se nos plantean sobre que es esto de la “no existencia del tiempo como dimensión”. Pero conviene aclarar que, a pesar de que voy a intentar demostrar que el tiempo no existe como nosotros creemos, lo seguiré llamando tiempo para que se sepa a que me estoy refiriendo y por ser un recurso humano muy practico.
Cuando miramos al reloj y decimos, por ej., que ya han pasado dos horas, nos estamos refiriendo a una determinada cantidad de tiempo. Pero en realidad no es así, pues los relojes no miden el paso del tiempo, sino movimiento, en este caso el giro de la Tierra sobre sí misma. El día le hemos dividido en veinticuatro horas y estas reflejan fracciones de una vuelta completa de la Tierra sobre sí misma, siendo en esto en lo que se basa el funcionamiento de los relojes de sol, copia de los cuales son los actuales de maquinaria, ya sean de cuerda, pilas o atómicos, todos miden el giro de la Tierra sobre sí misma y, a través del calendario, alrededor del sol. Por lo tanto, queda demostrado que los relojes no
miden tiempo, sino fracciones de movimientos. Incluso se ha medido y cuantificado el freno que supone la Luna a la rotación de la Tierra sobre si misma, lo que algunos han interpretado como que el paso del tiempo se está haciendo más lento, cuando es la referencia que tenemos para su medida la que está variando su velocidad.
El tiempo no es una dimensión, ya que cualquiera de las otras tres dimensiones permite que nos desplacemos de un punto de ella a otro a nuestra voluntad, pudiendo unos estar en un punto y, otros en otro simultáneamente, cosa imposible con el tiempo, pues todo ha de estar necesariamente en el mismo punto, pasando al siguiente simultáneamente, no pudiendo nada ni nadie desplazarse independientemente del resto ni a otro que no sea el inmediato siguiente y de este al siguiente, y así indefinidamente, sin ninguna detención y sin poder alterar el ritmo de su marcha. Que el movimiento puede ser considerado como una dimensión queda probado por el hecho de comportarse como las otras tres, esto es, se puede cambiar de punto (o cantidad de movimiento) a voluntad y todas las cosas no están en el mismo punto (o cantidad de movimiento). Esto se manifiesta cuando variamos la velocidad, o cantidad de movimiento, del vehículo en que nos estamos moviendo y en que todos los cuerpos que se mueven no lo hacen a la misma velocidad.
De la misma forma que el espacio necesariamente no ha de tener límites, tampoco el tiempo puede tenerlos, pues si hubiese comenzado en determinado momento se podría preguntar qué sucedía un segundo antes. El Universo actual comenzó a formarse en el Big Bang, pero la materia que lo originó ya estaba allí junto con el espacio y el tiempo. Es más, estos dos últimos pueden existir sin que lo haga la materia, mientras que si no hay espacio o tiempo ella no puede hacerlo Con estas premisas, si hipotéticamente invirtiésemos el transcurrir del tiempo, tal y como a este se le conoce actualmente, y nos dirigiésemos en dirección a su comienzo, nunca llegaríamos a él por estar en el infinito. Por tanto, si no podemos llegar al comienzo del tiempo, ¿cómo es posible que hallamos llegado desde él hasta el momento actual? La única explicación es que lo que llamamos tiempo no es una línea que comience a una distancia infinita en un extremo y vaya creciendo continuamente por el opuesto en una representación gráfica horizontal, sino una línea vertical, la cual abarca a todo el universo simultáneamente y permanece indefinidamente en esa posición.
Otro argumento, consecuencia del anterior, es que, si el tiempo es infinito desde su comienzo, no se puede admitir que se esté en un punto en el que exista una cantidad infinita en una dirección (la de su comienzo) y este sea el final en su extremo opuesto, aunque este punto esté continuamente creciendo. Por lo tanto, el tiempo no puede ser una dimensión, no puede ser como lo concebimos, ha de ser algo que es estático, que no se mueve, que permanece. Si le comparamos con el espacio sucede lo mismo. El espacio es infinito en todas direcciones y existe todo él completo y simultáneamente -¿es imaginable un espacio que tuviese un límite en alguna dirección?-, por lo que es imposible situarse en un borde de él, mientras que, respecto del tiempo y con la idea actual, estamos en un borde de él, pues hacia atrás hay una distancia infinita y hacia delante nada, aunque añadiéndose continuamente más y más. A esta sensación que produce ese continuo permanecer en nosotros lo llamamos tiempo.
En el caso de las reacciones químicas, crecimiento y envejecimiento de las plantas y seres vivos, etc., el movimiento, y no el tiempo es el que posibilita que sucedan estas cosas, pues si no hubiese movimiento en los componentes del átomo, moléculas y otras partículas, esto no sucedería por mucho tiempo que transcurriese.
Supongamos que el tiempo existe como aún se cree que es. Si en el Universo pudiésemos detener el movimiento de los astros el tiempo se quedaría sin trabajo al no tener nada que medir. Si desapareciese la materia, o estuviese toda junta como en el Big Bang, el tiempo tampoco tendría nada que hacer, no en vano los científicos consideran el comienzo del tiempo en el momento de esta gran explosión, aunque no cuesta nada imaginar a la “película” de este acontecimiento rebobinándose y los relojes funcionar hacia atrás por tiempo indefinido. Por el contrario, si el tiempo desaparece como algo que se desarrolla, que se extiende hacia delante, el Universo seguiría conteniendo cuerpos celestes y estos moviéndose.
Algo semejante a esto anterior es si digo que el pasado no existe por no estar en ninguna parte, salvo en la memoria de los hombres y sus acontecimientos recogidos en diversos soportes. El futuro tampoco existe, pues aun no ha llegado ni esta guardado en parte alguna esperando el momento de aparecer. Claro que me dirán que el presente si que existe, pues lo estamos sintiendo, viviendo. Admitido, el presente existe. Pero, ¿puede decirme alguien que es el presente, el tiempo presente? El presente es el futuro, que no existe, convirtiéndose en pasado, que tampoco existe. Fíjense bien; mientras pronuncian la palabra presente han convertido en pasado un primer presente, y en presente un inmediato futuro que acto seguido ha quedado también convertido en pasado. Cuando se han querido dar cuenta, lo que era futuro ya es pasado, escapándose de las manos el presente como si fuera humo.
Otra razón que demuestra que el tiempo no es una dimensión es que todas las dimensiones se miden en fracciones tangibles de sí mismas, incluidas la masa y el peso, que no son consideradas dimensiones. Así, la longitud se expresa por la distancia que separa dos marcas realizadas en una regla de un material de escasa dilatación y que se guarda en unas condiciones de temperatura y humedad estables, llamándolo a esto “metro”, y referenciándo a él, sus múltiplos y divisores, cualquier distancia que se quiera medir. De forma semejante actuamos con los volúmenes, pesos y masas. Además, estos patrones de medida se conservan como referencia permanente y se pueden ver y tocar. Pero con el tiempo no sucede lo mismo, para medirlo tenemos que recurrir a cosas ajenas a él, como son el movimiento de una maquinaria (relojes), de una reacción química, de los astros, etc. El movimiento se puede considerar una dimensión, aunque con características propias, pues sus cantidades se pueden expresar y medir por medio de él mismo. Para ello nos podemos referir al movimiento de los astros, de la luz (quizá la referencia más exacta de cuantas se puedan disponer), o de máquinas de alta precisión que se puedan construir (de forma semejante a como se construyen los relojes) y de esta forma comparar unos movimientos con otros y cuantificarlos entre sí.
A continuación reproduzco una opinión de DESCARTES sobre el tiempo. La he conocido después de escribir todo lo anterior.
…la duración no es sino un modo según el cual consideramos una cosa, en tanto que continua siendo; y el tiempo, que medimos por el movimiento, no es sino un modo de pensar en esta duración, en tanto que la comparamos a ciertos movimientos.
Comentarios preliminares
Cuando una persona ha adquirido conocimientos por medio de estudios oficiales es muy poco frecuente que dude que sea cierto algo de lo que le enseñaron. Cuando una persona ha adquirido determinados conocimientos por su cuenta, puede ser que en algún asunto llegue a conclusiones diferentes. Lo más probable es que este ultimo esté equivocado, puesto que nadie le ha podido advertir de su error. Pero si al darse cuenta de la no coincidencia de su hallazgo con el universalmente aceptado intenta encontrar donde está su error y nadie es capad de mostrárselo de forma científica, lo natural es que piense que el puede estar acertado. No daré detalles al respecto, pero esto es lo que me ha sucedido en los casos que expongo más adelante.
En materia científica, y es posible que también en otras, el que busca la verdad, o causa de las cosas, no se equivoca al dar sus conclusiones, aunque se demuestre más tarde que estaba equivocado. Todos intentan dar con la verdad de lo que buscan, lo que sucede es que unos se acercan a ella y otros que les siguen se acercan más gracias a las aportaciones de los que les precedieron y, en la mayoría de los casos, a tener más medios a su alcance. Tampoco hay que considerar que un científico ha llegado a profundizar del todo en lo que busca. Einstein tenía a Newton casi como a un dios, por eso cuando vio que los cálculos de sus teorías diferían de los de aquél, introdujo en ellos lo que llamó “constante astronómica”, o algo parecido, para que coincidiesen con los de Newton, pues pensaba que este no podía estar equivocado. Más tarde, cuando se dio cuenta de que sus cálculos eran, simplemente, más precisos, dijo que aquello había sido “el mayor error de su vida”.
Hoy hay muchos que saben lo que saben porque se lo han enseñado, pero que por si mismos no lograrían ni el mas mínimo descubrimiento o invento y que no admiten cualquier opinión que no sea la oficial simplemente porque no tienen capacidad para pensar que quizá todavía en muchas cuestiones se pueda dar un paso más respecto de lo ahora conocido sin que esto suponga menoscabo de los que nos han precedido, de la misma manera que los descubrimientos de Einstein no dañaron la grandeza de Newton.
Para cualquier comunicación diríjanse a la dirección jcromero1941@yahoo.es
Agradeceré a los que me saquen de mis posibles errores su colaboración y contestaré a las preguntas que se me formulen. Gracias.
EL TIEMPO, INVENTO HUMANO Juan Carlos Romero Laredo_Astroburgos
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Sobre la Vida y el Tamaño del Planeta
Para que la vida pueda evolucionar hacia seres de gran tamaño, como los que pueblan nuestro planeta, la atracción gravitatoria de este lo tiene que permitir. Ya vemos como los animales más grandes se mueven más pesadamente que los pequeños y que una caída desde una misma altura afecta más a los de mayor tamaño porque los huesos y tejidos de ambos están hechos de la misma materia. También vemos como un animal pequeño soporta el peso de varios congéneres encima y uno grande no puede siquiera con otro igual.
Como la atracción gravitatoria aumenta con el tamaño del planeta y la química es la misma en todo el Universo, en uno mucho mayor que el nuestro la constitución de los seres vivos de gran tamaño tendría que ser muy diferente, siendo probable que no tuviesen la movilidad de los terrestres. Se puede alegar que, como la Naturaleza es sabia, puede haber creado órganos suficientemente resistentes para que no se rompan con la mayor gravedad. Sin embargo, esto no ha sucedido en el nuestro, donde las ballenas se han tenido que ir al mar, siendo mamíferos, por no poder vivir en tierra firme.
Sobre la Vida y la Atmosfera
El tamaño y composición de la atmósfera es de vital importancia. Si esta tiene un gran tamaño su presión y densidad en la superficie puede ser tan elevada que no permita una vida evolucionada pues llegaría a dificultar enormemente los movimientos (la resistencia de los gases al avance aumenta con el cuadrado de la velocidad). Por el contrario, un pequeño tamaño no permitiría filtrar los rayos dañinos de la estrella. En ambos casos las temperaturas quedarían condicionadas a los espesores y composiciones de las atmósferas.
Nuestros dos planetas más cercanos tienen una presión de 90 kg. Venus y Marte la mitad que nosotros. En ambos casos no podemos vivir en ellos.
Vida y el Tamaño de la Estrella
Para que en un planeta se forme vida, si se dan las condiciones suficientes que se irán enumerando, se necesita tiempo. Para que esta vida evolucione a formas más complejas y llegue a colonizarle, más tiempo. Por eso los planetas que giran alrededor de estrellas de más duración son las que pueden albergar vida compleja y, por tanto evolucionada.
Vida e Inclinación del Eje de Rotación
El eje sobre el que giran los planetas sobre sí mismos no tiene una postura fija respecto del plano sobre el que lo hace, llamado eclíptica. En nuestro sistema solar encontramos todos los casos, desde el que tiene posición perpendicular hasta el que está tumbado, o a 90º, dándose el caso de uno que esta perpendicular pero dado la vuelta, por lo que si giro es en sentido contrario a los demás. Las inclinaciones son diferentes de unos a otros, aunque la mayoría ronda alrededor de los 24º.
Esta inclinación es la que marcara las diferencias de temperaturas en las estaciones y lo acusadas que serán estas. Así los que tienen el eje perpendicular o a 90º no tendrán estaciones, pues a lo largo de todo el año sus temperaturas no sufrirán más variación que la derivada de las diferentes distancias a su estrella a consecuencia de que el giro lo hacen siguiendo una línea elíptica, lo que es muy poco como para marcar estaciones claramente diferenciadas
Distancia a la estrella
Para que el planeta reciba el calor necesario tiene que estar a la distancia adecuada de su estrella en función del tamaño de esta. Si la distancia de nuestro planeta al sol variase un 5%, en más o en menos, no sería posible la vida, a no ser que se variasen algunas otras condiciones, atmosféricas principalmente.
Rotación y Traslación
Todos los planetas giran sobre sí mismos y alrededor de su estrella. El tiempo que tardan en dar una vuelta alrededor de su estrella va en función del tamaño de esta y de la distancia a que se encuentren de ella. Pero el tiempo de rotación sobre su eje no obedece a regla ni ley alguna conocida. Ambos tiempos tienen una gran importancia para el desarrollo de la vida.
El tiempo de rotación influye sobre la cantidad de luz y calor que recibirá el planeta durante el día y la perdida de este durante la noche. Si este tiempo es muy largo se calentará mucho durante el día y perderá mucho durante la noche, con lo que las diferencias de temperatura entre el día y la noche serán considerables. Por el contrario, si el tiempo de rotación es corto estaríamos en el caso contrario. Todo esto condicionaría la evolución de la vida.
El tiempo de traslación marca la duración de las estaciones climatológicas, lo que afecta a las diferencias de temperaturas anuales y, por esto, condiciona la evolución de la vida.
COMENTARIO FINAL
Estadísticamente tiene que haber millones de planetas que reúnan algunas de las condiciones aquí expuestas. Serán menos los que tengan las suficientes. Menos aún los que hallan pasado por una etapa que posibilite la aparición de vida. Menos en los que esta se halla logrado. Menos en los que se halla mantenido. Menos en los que halla evolucionado a formas superiores. Menos en los que hallan aparecido seres inteligentes. Menos los que estén razonablemente cerca de nosotros. Menos que estos últimos hallan reunido todas las condiciones anteriores. Por muy cerca que este planeta se encuentre de nosotros, con la tecnología actual y la que se pueda tener en las próximas décadas o siglos, no hay posibilidad de contactar por señales de radio u otras con ellos, y menos de tener contactos físicos, pues si consiguiéramos viajar a velocidades cercanas a la de la luz, que de acuerdo a los conocimientos actuales no se puede superar, tardaríamos décadas de años en llegar hasta ellos, o a la inversa, ellos venir hasta aquí.
Son muchos los que afirman que ya han llegado extraterrestres a la tierra. Esto no es cierto, pues no se puede entender como después de un viaje tan largo y costoso, no se muestren y se dediquen a jugar al escondite. No sirve el afirmar que no se pueden comunicar con nosotros, pues ellos han de conocer necesariamente las matemáticas la física y la química y, las expresen gráficamente como las expresen, es motivo suficiente para que podamos comunicarnos. Por esto, si no les vemos, como vieron los indios a Colón, es porque no han venido.