Se acercan las elecciones y nuestros políticos se desmarcan con nuevas medidas que como casi siempre, parece que solo van encaminadas a conseguir votos, todo lo demás se torna secundario. Tras una legislatura en la que todos hemos estado marcados por la crisis, al menos esta ha servido para que en algún caso, los políticos tomaran alguna decisión positiva. Me refiero concretamente a las medidas que han ido encaminadas a reducir el gasto energético en alumbrado público. Por supuesto todas las acciones son siempre mejorables y seguro que en algún caso puntual, no se han llevado a cabo correctamente tanto por exceso como por defecto. Estas medidas han contribuido además de para reducir el gasto municipal, para algo de lo que no se habla habitualmente, la reducción de la emisión de cientos de toneladas de CO2 a la atmósfera y por tanto para disminuir la contaminación atmosférica y sus efectos sobre el cambio climático, un compromiso que debe ser prioritario para cualquier administración. Ahora nos cuentan que se va a volver a la anterior situación, derrochando electricidad y por ende nuestro dinero, cuando hemos visto que las acciones que se adoptaron durante la crisis fueron adecuadas y consiguiendo además un nivel de iluminación correcto y suficiente. Por si esto no fuera bastante, nos amenazan con implantar la tecnología LED a diestro y siniestro, cuando esta tecnología está muy lejos de haber sido probada lo suficiente. Hay numerosos estudios científicos que demuestran que la luz LED nocturna es bastante perjudicial tanto para las personas, inhibiendo la secreción de la hormona melatonina, como para los animales que conviven con nosotros en el espacio urbano, en especial para los insectos y las aves, debido a que el LED emite con gran potencia en la parte azul del espectro. Nos venden que la tecnología LED es mas barata que la de Sodio de alta presión que ha sido el standard durante décadas, pero esto es falso ya que es mucho mas propensa a posibles y costosas averías debido a la electrónica de control que lleva cada luminaria. La única ventaja de los LED es que el consumo energético es algo menor que en las de sodio pero esto es algo que probablemente no compense las inconveniencias que se han comentado anteriormente. Espero que se planteen unas medidas que de verdad sirvan para mejorar nuestro alumbrado público desde diversos enfoques y no se actúe una vez más a golpe de ocurrencia del responsable de turno, sin haber contrastado los cambios de forma fehaciente.
Jesús Peláez