Todos sabemos que los prismáticos son el mejor instrumento óptico para iniciarse en la observación astronómica. Con su campo amplio y luminoso a bajos aumentos, nos permiten disfrutar de espectaculares vistas en especial de la vía láctea y algunos objetos grandes de cielo profundo. Si hay una pega que les podemos poner, es que al ser instrumentos que se usan sin una montura fija se hacen pesados para nuestros brazos y a veces eso hace que los usemos poco tiempo para observar determinados objetos en el cielo. Por supuesto en el mercado ya existen monturas especiales adaptadas para prismáticos de uso astronómico, siendo quizá las más funcionales las que tienen forma de paralelogramo con un contrapeso en un extremo y los prismáticos en el otro. El mayor inconveniente de esta montura es su volumen y su precio que supera ampliamente el de la mayoría de los prismáticos que usamos habitualmente. Su gran tamaño y peso contrarresta la principal ventaja del uso de aquellos como es la sencillez de manejo y rápida operatividad. Navegando por la red descubrí un sistema muy similar al de la montura de paralelogramo pero mucho más sencillo de utilizar, más manejable y sobre todo más barato. Los componentes de este asequible sistema son un monopié, un contrapeso y una abrazadera usada en fotografía para sujetar focos u otros accesorios de estudio fotográficos. Estos componentes no suman más de 50€ de precio por lo que en este caso sí que los prismáticos serian el componente más valioso del sistema.
El concepto de la montura con monopié para prismáticos es muy sencillo. En el extremo donde se acopla habitualmente la cámara colocaremos nuestra rótula de bola con el adaptador en L para nuestros prismáticos. En el extremo opuesto debemos colocar el contrapeso que puede ser perfectamente un disco de 1kg de pesas de gimnasio con algún sistema factible para su sujeción y evitar así que se desplace a lo largo del tubo del monopié. Una vez dispuestos los prismáticos en su adaptador buscamos el centro de gravedad a lo largo del tubo del monopié y en ese punto colocamos la abrazadera fotográfica que lógicamente irá instalada sobre el cabezal de nuestro trípode. Como los monopiés son extensibles será muy fácil encontrar el centro de gravedad y adaptar la longitud de este a un tamaño que nos resulte adecuado. Este sistema es muy versátil y como se puede ver en las imágenes que acompañan este artículo, se pueden hacer observaciones ya sea sentado, de pie o incluso echado en una tumbona.
Observar en el cenit se convierte en algo que se aleja de la tortura habitual ya que no tendremos que estar soportando el peso de nuestros prismáticos con los brazos, mientras nuestro cuello está totalmente inclinado hacia atrás. Sin duda con este sistema de montura podremos dedicar muchas más horas a la observación del cielo sin los inconvenientes que se les atribuye a los prismáticos. En mi viaje a Estados Unidos para ver el eclipse de sol no he podido resistir la tentación de comprar unos Celestron Skymaster de 15×70 mm. Por unos 66€ al cambio, estos prismáticos ofrecen un campo y luminosidad excelentes y además con un peso bastante comedido, alrededor de 1,5kg. Seguro que serán el complemento ideal para utilizarlos con la montura monopié y permitirán disfrutar de otro tipo de observaciones mucho más amplias y luminosas de las que nos permiten los telescopios. Esta montura nos va a permitir utilizar varios tipos de prismáticos, desde los habituales de 10x50mm hasta los más poderosos 20x80mm, sin duda alguna en este rango se encuentran la práctica mayoría de los que se usan para la observación astronómica. Os animo a que lo comprobéis por vosotros mismos, ya que este sistema no implica ninguna complicación técnica debido a que todos sus componentes los podemos comprar en el mercado por un precio muy asequible.
Os adjunto un par de enlaces donde se pueden adquirir estos sistemas: Jesús Peláez (Astrofotógrafo)