Transcurría el año 1997 la última vez que se pudo observar con claridad un cometa a ojo desnudo desde nuestra localización, en concreto hablamos del cometa Hale-Bopp, visible con claridad sin medios ópticos durante los primeros meses de aquel año. Este año 2020, será recordado por la mayoría de la gente como el año de la pandemia del Covid-19 aunque para los aficionados a la astronomía, pasará a nuestra memoria como el año en que al fin pudimos ver un cometa espectacular a simple vista, incluso desde dentro de la ciudad. Quizá no haya
sido tan grande y llamativo como el Hale-Bopp, pero sin duda perdurará en nuestra memoria tras más de 2 décadas sin
ver un cometa brillante.

Fuentes: