Seguimos con muy mal tiempo y solo gracias a que alguna noche las nubes se van, me permite al menos hacer alguna astrofotografía, aunque sea desde un lugar tan poco indicado como es la terraza dentro de la ciudad. Esta vez la víctima no es otra que la nebulosa del Esquimal o NGC 2392, cuyo diámetro aparente es muy parecido al de Júpiter. Lo ideal sería captarla con un telescopio de 15 o mas centímetros de abertura y con focales cercanas a 1 metro, pero en esta ocasión me he tenido que conformar con un refractor de 85 mm y 510 mm de focal. Aún así sorprendentemente, se resuelve en la imagen la estrella central, así como el anillo algo oblongo que la envuelve, además de algún detalle de color dentro del disco de gas. Situada a unos 5000 años luz de nosotros se cree que esta nebulosa planetaria empezó a formarse hace unos 10000 años.

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